El servicio de
outplacement formaba parte de mi "paquete de salida" [1]. En la entrevista de desvinculación me dieron un bonito folleto a cuatro colores titulado
Hoja de ruta. En él se presenta a la empresa que da el servicio de
outplacement y se detalla una lista de contactos para llamar "
a la brevedad y ponerse a trabajar en la reinserción laboral". Esta consultora, desde el folleto, plantea un proyecto de "
definición de nuevos objetivos personales y readecuación del propio futuro laboral" de tres meses de duración.
Decidí sumergirme en la experiencia del
outplacement.