Leemos en La Nación del 18 de marzo de 2016 que el Gobierno argentino, presidido por Mauricio Macri, acordó con Facebook el uso de Facebook at Work (FAW) en el Estado nacional [1].
¿Es apropiado importrar lógicas corporativas a un estado nacional con el discurso de la productividad y la colaboración? ¿Qué implicancias tiene esta decisión en la privacidad de los datos? ¿Se podría hacer de otra manera?