¿Hacer o no hacer? ¿Perseguir el valor como meta o permitirnos el placer de mirar pasar el día? Estas preguntas vienen a cuento de un párrafo hermoso del escritor uruguayo Mario Levrero, quien se declara "harto de perseguir utilidades". He ahí la cuestión; ¿Lo útil o lo inútil?
Y sin más preámbulo, la cita absolutamente luminosa de Mario Levrero [1]:
Pues bien: porque es un trabajo inútil, por eso mismo debo hacerlo. Estoy harto de perseguir utilidades; hace ya demasiado tiempo que vivo apartado de mi propia espiritualidad, acorralado por las urgencias del mundo, y sólo lo inútil, lo desinteresado, me puede dar la libertad imprescindible para reencontrarme con lo que honestamente pienso que es la esencia de la vida, su sentido final, su razón de ser primera y última. Hay un problema: cuando hago algo inútil me siento culpable, y todo mi entorno -familiar y social- colabora activamente para que así me sienta. Para poder continuar, debo estar preparado a resistir tenazmente a este fantasma de la culpa, a atacarlo en sus propios reductos y pulverizarlo -armado apenas con la convicción oscilante de que tengo derecho a escribir.
Y traemos de la mano a John Holloway [2]:
Si trabajamos duro durante las horas de trabajo, entonces, quizá después podremos permitirnos el placer de mirar pasar el día. Mientras tanto, debemos sacrificar nuestros deseos. Sacrificio ahora, gozo después. Pero el reloj es, sobre todo, el tiempo del sacrificio ahora, del trabajo medido, del trabajo que no puede ser nunca disfrutable sencillamente porque está controlado por el reloj.¡Adieu!
Referencias
[1] Mario Levrero, La novela luminosa, Random House Mondadori, Buenos Aires (2014), pag. 472
[2] Holloway, John. Agrietar el capitalismo - El hacer contra el trabajo, Ed. Herramienta, Buenos Aires, 2011.
Imagen tomada de http://www.jornada.unam.mx/2008/02/17/sem-carmen.html
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