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miércoles, 10 de julio de 2013

Gerente de Asuntos Domésticos se busca
o la gerencialización de la vida privada


Carlos Cazalis, Occupy Sao Paulo
¡Cómo nos corren los tiempos que corren!

Parecería que el hogar es el cruce de múltiples actividades, un lugar de negociación de varias agendas. El trabajo, el ocio, las relaciones humanas, las emociones; todo se cruza en ese espacio. El cambio de paradigma es claro: las mujeres han entrado masivamente al ámbito laboral, se han ampliado numerosos derechos; pero también la economía se ha globalizado, las producciones de bienes y servicios se han tercerizado y deslocalizado.

¿Cómo se muestran  estas transformaciones en los hogares? ¿Cómo se administran los conflictos? Los gurúes del management proponen gerencializar todos los aspectos de la vida privada. Así, sostienen, se resolverán todas las tensiones. Veamos.



La vida privada colonizada por el "managerismo"


Leemos en Ohlala! de junio de 2013 la nota Mente empresarial para otras áreas de la vida, por María Eugenia Castagnino [1]. La autora propone adoptar prácticas empresariales a la vida privada y lo justifica desde el signo de los tiempos:
[A]tendemos un emprendimiento que no descansa y que está en funcionamiento las 24 horas del día: nuestra vida . Tomamos decisiones permanentemente, manejamos recursos -tiempo, dinero, relaciones personales-, delegamos tareas, planificamos y organizamos diversas áreas de trabajo: los hijos, la pareja, la carrera, el trabajo, la vida social, la parte doméstica y, si quisiéramos, podríamos seguir con la lista... Por eso, aunque vos no te consideres una "empresaria", sin querer, lo sos. En el modelo cultural en que nos movemos -donde el multitasking está a la orden del día-, nuestras vidas de hoy necesitan de cierto "management", ligado al desarrollo de capacidades empresariales. [Negritas en el original]
¿Y qué propone para "gestionar" exitosamente la vida personal? En primer lugar, hay que determinar el producto que deseamos generar. No se trata de que vayamos a armar una empresa y vender, por ejemplo, dulces caseros. Por el contrario, la autora define como "producto" a todas aquellas tareas, actividades u objetivos de vida. Ejemplos al azar: nadar veinte piletas tres veces por semana, formar una familia, salir a cenar con amigos dos veces por mes. Siguiendo la lógica empresarial que enarbola la autora, esta lista define las "áreas" de la empresa vital:
[...] el área de desarrollo personal, la de compras, la del mantenimiento de la casa, el área de relaciones humanas, la gerencia del cuidado de los hijos, la gerencia del ocio, la del trabajo [...]
Luego, por supuesto, hay que administrar los recursos. Y aclara la autora, para que nadie se confunda, "[e]n nuestro caso, los recursos con que contamos son nuestras habilidades". Fantástico: en un único movimiento asimila una parte de nuestra subjetividad a meros recursos de una empresa.

Como toda empresa, cada área debe contar con un gerente. Porque, claro, "como CEO de esta empresa, de alguna manera, estás supervisando todo, pero también necesitás la ayuda y el apoyo de ciertas personas que te acompañen en tu emprendimiento [...] ¿Tu pareja es quien se ocupa de la "gerencia de trámites y papeles de la casa"? ¿Tu mamá es tu socia en el área del cuidado de tus hijos?".  Entonces, ¿mi compañera en la vida es simplemente una "gerenta" en mi empresa doméstica? ¿Mis padres son "socios estratégicos"? ¿Mis hijos son "clientes internos"?

El planteo general sería risible si la autora no se lo tomara en serio. En efecto: la nota pretende ser seria y aportar al debate vida privada vs. trabajo. Pero su aporte pasa por colonizar la vida personal por lo peor del universo laboral: la lógica gerencial.


Quiero que mis hijos sean entrepreneurs


Si se trata de preparar a nuestros hijos para los tiempos que corren, ¿qué mejor que educarlos en las habilidades preciadas en el universo corporativo? Así nos sugiere Nadia Goodman desde How to Raise Entrepreneurial Kids [2]:
Como padre, usted inspira el espíritu empresarial mediante el fomento de las habilidades emocionales que su hijo necesitará, como la comodidad con el riesgo, resolución efectiva de problemas, y una actitud positiva hacia el fracaso.
Y poniendo palabras a las intenciones, la autora lista las principales cinco características emprendedoras: "1) Modelado de resolución efectiva de problemas, 2) Ayudar a los niños a aprender del fracaso, 3) Deje que los niños tomen decisiones, 4) Fomentar un sentido de dominio, 5) Enseñar formas constructivas para desafiar el status quo".

Si bien casi cualquier padre o madre adheriría a algunas de las nociones, la autora las fundamenta en la lógica del mercado. Yo quiero que mis hijos tomen sus propias decisiones y los educo para eso; pero no lo hago en nombre de sus futuras "seguras decisiones de empresario". ¿A dónde fue a parar la educación para que los hijos sean felices, libres, seguros de sus sentimientos? ¿Sueno muy naive?


Las formas del amor


En el contexto de las maneras de ver el amor en la sociedad contemporánea, la socióloga Arlie Russell Hochschild nos recuerda que "el capitalismo no sólo es un sistema económico: también es una cultura" [3, pág 186]. Es una cultura que disuelve los lazos sociales, que busca impregnar con su lógica toda experiencia de comunidad. Y advierte que:
[...] una importante estrategia para manejar las emociones consiste en desarrollar la habilidad de limitar los vínculos emocionales, dado que nos adapta a la supervivencia en la cultura desestabilizadora del capitalismo. [Negritas en el original]
Así se torna posible hablar de la "gerencia del hogar", del "capital emocional", de "fomentar valores emprendedores" en los hijos, de relaciones personales "win-win". Todas metáforas que corroen lo más básico de la experiencia afectiva.  Es real: el hogar y las parejas contemporáneas sufren numerosas tensiones, producidas por los cambios culturales y económicos de las últimas décadas. Pero es muy peligroso postular como remedio la incorporación de lógicas manageriales en la vida privada, como se hace en las notas reseñadas de Castagnino y Goodman.

No soy tan ingenuo para sostener que el hogar es una isla disociada del marco económico y social en el que está inserto. Si bien la cultura capitalista permea cada experiencia social, no por eso podemos permitirnos abrirle las puertas de nuestros hogares y darle la bienvenida.

El hogar como espacio de resistencia y transformación (si tal cosa es posible)...


Referencias


[1] Castagnino, María Eugenia. Mente empresarial para otras áreas de la vida. En edición de junio de 2013 de Ohlala! http://www.revistaohlala.com/1597224-management-vital

[2] Goodman, Nadia. How to Raise Entrepreneurial Kids. Publicado en diciembre de 2012 en http://www.entrepreneur.com/blog/225233#

[3] Russell Hochschild, Arlie. La mercantilización de la vida íntima - Apuntes de la casa y el trabajo, Katz Editores, Madrid (2008).

La imagen pertenece al libro Occupy Sao Paulo del fotógrafo Carlos Cazalis.

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14 comentarios:

  1. Muy interesante, MM.

    Tu presentación de los textos me pareció impecable, y bien planteada. El tema que planteás, es enorme, grave, serio. Aún sin simpatizar con todas estas tendencias, todas las mañanas tengo "reuniones de directorio" con mi compañera - madre de mis hijos, y me quiero matar pero no veo otra alternativa.

    Tu frase del final ("El hogar como espacio de resistencia y transformación")me pareció bien intencionada, y la comparto ideológicamente. Pero quizás sea un poco inocente eso de la "resistencia" desde un espacio acotado. No habrá forma, me parece, de operar cambios importantes en todas las esferas de la vida social (el trabajo y el ocio, la ciudad, la familia, la política, lo que sea) si esos cambios no son simultáneos, radicales, profundos, y en todas las esferas. "Hay que cambiar la vida", en suma, decían hace unas décadas, y tenían mucha razón, lástima que fracasaron...

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    1. Gracias, anónimo lector y comentarista.

      Las "reuniones de directorio" familiar parecen inevitables. ¿Qué hacer? ¿Se podrá asumirlas como inevitables, pero "desgerencializarlas" en el discurso y la práctica?

      Sí, acepto tu comentario acerca de la frase del final... es más una inocente declaración de intenciones que un programa de transformación. (Pero de alguna forma, quienes somos padres y madres, tenemos que mostrar a nuestros hijos e hijas que no todo sigue la lógica managerial, no? Tal vez sigo siendo naive...)

      Saludos!

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  2. MM, has arruinado mi almuerzo.

    No se si puedo trasladarte toda la culpa ya que yo elegi comer leyendo tu Blog, pero el solo hecho de mencionar al pasquin OhLaLa y su nota me hicieron atragantar el sanguche de bondiola y desperto en mi el deseo de comprar un bidon de nafta y una caja de fosforos...

    Que respeto merecen estas autoras, imagino que feministas licenciadas, escribiendo semejantes pavadas? Asi espera la mujer que la miremos como a un igual en la vida laboral y aceptemos sus multiples condiciones superioriores a los hombres? Haciendo de la vida una empresa? Chicas, se fueron de mambo...aflojenle a la autoayuda.

    Las imagino escribiendo estas notas en sus oficinas minimalistas, sobre una impecable laptop con una manzana iluminada, planificando su dia siguiendo la escuela Harvard de gestion del tiempo. Y vuelve a mi la idea del bidon y los fosforos...

    Sinceramente MM tengo suficiente en mi trabajo de organizacion, management, comunicacion efectiva y otras yerbas para llevar ese bodrio a mi casa.

    Prefiero el hermoso caos que vivo cada dia, cuando vuelvo y encuentro a mis hijas sin bañar, esquivando juguetes para llegar al baño y sin mucha idea de que vamos a cenar...

    Un poco de comunismo y anarquia en el hogar no le hace mal a nadie...

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    1. Bueno, bueno, si bien es cierto que el feminismo puede haber caído en algunas trampas derivadas de sus éxitos en abrir el ámbito público (laboral) a las mujeres, no por eso podemos adscribirle (al feminismo) las pavadas que se sostienen en esa nota.

      (Muy interesante, entre paréntesis, las lecturas del feminismo que hace Arlie Russell Hochschild en el libro citado en [3]).

      Hecho este "disclaimer", no pude parar de reirme con tu comentario. Rescato "el hermoso caos que vivo cada dia, cuando vuelvo y encuentro a mis hijas sin bañar, esquivando juguetes para llegar al baño y sin mucha idea de que vamos a cenar", y dejar el management donde corresponde!

      Salud!

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  3. Intentar aplicar "management" pseudo-formal a la vida cotidiana implicaría tratar a la misma como un proyecto. Y la definición de proyecto según el PMI, es: "Un PROYECTO es un esfuerzo temporal que se lleva a cabo para crear un producto, servicio o resultado único"

    Cuidado! Si consideramos que nuestra vida es POR y PARA nuestros hijos, la relación entre la frase "resultado único" y "mi querido hijo" puede ser difusa para algun confundio lector de Ohlala.





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    1. Bueno, por lo menos podemos decir que el PROYECTO VIDA es un esfuerzo acotado...

      No sigamos con la metáfora mucho más lejos porque le hacemos el juego a la (managerial) autora de Ohlala.

      Y retomo al Barto: un poco de caos, anarquía y comunismo en el hogar!

      Gracias,
      el MM

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  4. no hay que perder de vista que esta nota quizás estaba junto a otra titulada "Tips en pareja, cómo hacer que a cada uno tenga una figura sexy horneando pasta frola"

    y no creo que el texo lo firmen, ni sea para "Las Mujeres". Es un público gral.


    ahora, considerarnos "proveedores", "socios", "clientes".... "terciarizar"...
    el hogar y la vida se arma como se puede y quiere, pero mejor buscar otras palabras que hablen más de lo humano que hay en cada uno de esos casos.

    lo que antes era "amor libre", ahora será "libre comercio" ?

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    1. Y no perdamos de vista, también -aunque no lo comenté, que todo esto surge de la nueva moda de la psicología norteamericana: la psicología postiva. Así que su difusión es bien amplia.

      No sé si el "amor libre" ahora será "libre comercio", pero temo el momento en que surjan los juicio por "monopolio en el mercado sexual marital"!

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  5. Voy a atreverme a incluir alguna modesta opinión femenina entre tanta masculinidad (me siento como ingresando al vestuario de un equipo de futbol....)
    En primer lugar, debo decir que mi fantasía es que estas autoras (o autores, no hay por qué descartar el hecho) han visto mucho Sex and the City, entonces, prefieren hacer algo más neoyorkino (léase, glamoroso) y considerar que la gestión hogareña se parece más a una reunión de directorio que a una reunión de consorcio en un edificio de la Paternal...con varios propietarios morosos.
    En segundo lugar, me niego terminantemente a considerar que en esas recomendaciones haya algo de feminismo. Vamos, seamos un poco serios (o serias) al respecto.
    En tercer lugar, lo que se considera un cambio radical o profundo depende de la época. Lo que en un momento determinado puede ser disruptivo, después puede ser fagocitado por el sistema. Lo importante, entonces, no es el éxito sostenido sino el cambio disruptivo constante. Es decir, moverse todo el tiempo.
    Finalmente, quiero rescatar el valor de Ohlala. No sólo aporta unas fotos fabulosas de especímenes masculinos destacados, sino que ha sido la lectura de cabecera de ciertos almuerzos entre compañeras de trabajo, los jueves, en los que nos deleitamos sobremanera autoconociéndonos al responder tests del estilo "Descubre cuán hot eres mientras horneas pastrafola o comes un sandwich de bondiola".

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    1. Y no, feministas, lo que se dice feministas, esas consignas no son. Es claro que el managerismo, como emergente del capitalismo del siglo XX, es una expresión del patriarcado. Pero attenti a las mujeres (u hombres) que lo reivindican bajo falsas banderas!

      Clap, clap, clap: "...estas autoras [...] prefieren hacer algo más neoyorkino (léase, glamoroso) y considerar que la gestión hogareña se parece más a una reunión de directorio que a una reunión de consorcio en un edificio de la Paternal...con varios propietarios morosos".

      No voy a opinar sobre los especímenes masculinos que salen en Ohlala, pero sí debo admitir como un placer culposo leer (y rellenar mentalmente) los tests!

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  6. si no me engaña la memoria creo que la urss -con todo su comunismo a cuesta- también proponía una psicología "más positiva". (supongo -desde mi ignorancia- en congruencia con el materialismo). como para no hacer una ligazón exclusiva con USA. (acepto correcciones frente a esto)

    se me dió por mirar la web de ohlala, por lo que veo es "para todas y todos" si consideramos a Flor Torrente como especímen: http://www.revistaohlala.com/1599805-ohlaleando-mira-lo-que-se-puso-flor-torrente.

    Pienso,
    los test son para llamar alguna amiga,
    y sino, las fotos para el autoconocimiento.


    (irse al pasto es disruptivo?)

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    1. Flor Torrente... en fin. Como preguntaba un comentarista de Ohlala, ¿tiene algo que ver con Torrente, el famoso detective de las películas de Santiago Segura?

      De la URSS y su psicología no puedo opinar... (por ignorante).

      Salud!

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  7. pensando en el regalo para nuestros niños
    nada mejor que preparlos...

    http://articulo.mercadolibre.com.ar/MLA-469653581-ixl-consola-palm-educativa-fisher-price-_JM

    también estoy buscando un viejo reloj de fichado con tarjetas, lo prefiero en plástico reciclado y con el hombre araña dibujado.

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    1. Es así, nada mejor que tenerlos listo para la competencia corporativa. Yo, en lugar de leerles cuentos de María Elena Walsh, educo a mis hijos con edificantes parábolas como "Quién se ha robado mi queso" o "Los 7 hábitos de las personas altamente eficaces".

      (Espero que a ningún lector/a despistado/a se le escape la ironía...)

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El Origen de la Crítica

La formulación de una crítica supone previamente la vivencia de una experiencia desagradable que suscita la queja, ya sea ésta padecida personalmente por el crítico o el resultado de una conmoción por la suerte de otro. Es lo que aquí denominamos la fuente de la indignación. Sin este primer movimiento emotivo, casi sentimental, ninguna crítica puede emprender vuelo. Por otro lado, el espectáculo del sufrimiento no conduce automáticamente a una crítica articulada, ya que necesita un apoyo teórico y de una retórica argumentativa para dar voz y traducir el sufrimiento individual en términos que hagan referencia al bien común.

Boltanski, Luc y Chiapello, Eve. El nuevo espíritu del capitalismo (Madrid, Ediciones Akal, 2010, página 83).

Las Políticas de Management

En la actualidad las políticas de management subjetivan buscando una identidad entre trabajo y vida, entre objetivos personales y objetivos del capital y haciendo que los trabajadores hagan, por sí mismos, algo que al capital ya no le resulta tan sencillo realizar: controlar el uso eficiente de la fuerza de trabajo en función de sus propios objetivos.

Zangaro, Marcela. Subjetividad y trabajo (Herramienta Ediciones, Buenos Aires, 2011, pag. 182).

Enfrentamiento interno

Cuanto más se asciende en la organización más se funde uno con ella, puesto que más que estar dividido entre las exigencias del negocio y los criterios del personal, unas y otros entran en sinergia reforzándose mutuamente [...] El enfrentamiento entre capital y trabajo, que siempre había tenido como campo natural la empresa, pasa a producirse en el interior del individuo, que se debate entre su tendencia a trabajar menos para protegerse y escapar de las exigencias de la empresa, y su inclinación a trabajar cada día más para aumentar sus beneficios y mejorar siempre los resultados.

Auber, Nicole y De Gaulejac, Vincent. El coste de la excelencia. (Paidós Ibérica, Barcelona, 1993, pág. 38).