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jueves, 31 de enero de 2013

"Exitoso Project Manager"

No es novedad que un porcentaje muy significativo de los proyectos en las modernas organizaciones fracasa. O bien se incurren en sobrecostos mayores al 100%, o se concluyen con demoras excesivas o directamente se cancelan. Dependiendo de la encuesta los proyectos fracasados pueden ser hasta el 75% del total [1, 2] y comprenden proyectos de tecnología, de cambio organizacional, de ingeniería... virtualmente todas las disciplinas se ven afectadas por el fracaso en la ejecución.

Quien ha tenido la responsabilidad de contratar project managers (PM) ha debido leer incontables CV. Puedo decir sin temor a equivocarme que todos -TODOS- los project managers se presentan como habiendo gestionado exclusivamente proyectos exitosos. ¡Eh! ¿Cómo es esto?

¿Alguien me puede explicar esta contradicción?

Como me dijo un colega, citando al profesor loco de Back to the future: "¡No estás pensando en la cuarta dimensión, Marty!" Yo el año pasado cancele exitosamente el proyecto ABC. Yo el año pasado exitosamente reduje un equipo de 25 personas a sólo 3.

Dejando de lado la ironía y el chiste sobre los PM, está claro que la organización proyectizada no es la organización exitosa que nos quieren hacer creer.

La profesionalización del project management



Fundado en 1984,el Project Management Institute (PMI) [3] es una organización sin fines de lucro destinada a la profesionalización de la gestión de proyectos. Ha diseñado un conjunto de prácticas y procesos destinados a lograr consistencia y excelencia en la planificación y ejecución de proyectos. Provee también diversas certificaciones, reconocidas por el mercado.

Y, sin embargo, lo que toda la sistematización de conocimientos ha ignorado completamente es que, como todo trabajo, la gestión de proyectos es una actividad basada en la socialidad. No es una actividad meramente "científica", como quieren presentarla. Es una disciplina en la que un conjunto de personas en sociedad (transitoria o permanente) llevan adelante un conjunto de tareas determinado.

En general, el trabajo en el sistema capitalista obvia la dimensión social del hacer. Los enfoques de PMI (y de sus emuladores), en particular, realizan una operación específica e intencional de objetificación e instrumentalización de la socialidad. Por ejemplo, la comunicación es algo que debe gestionarse y es un instrumento para transmitir información. Así, se despoja a la comunicación de lo más esencial; esto es, del acercamiento pleno entre dos personas. Otro ejemplo es la gestión de recursos: las personas, seres humanos al fin, son sólo recursos que son planificados, asignados y monitoreados. En suma, gestionados; o sea, objetificados.

Esto no es del todo novedoso. Podemos rastrear los antecedentes en la organización científica del trabajo de Taylor. El enfoque actual es una vuelta de tuerca más, una adaptación al esquema posfordista de nuestros días.

Es por ello, a nuestro entender, que luego de décadas de gestión profesionalizada los proyectos siguen fracasando en porcentajes significativos. No hay manera de instrumentalizar el hacer social sin reacción: concientemente o no, las grietas surgen [4].
 

Las lecciones aprendidas del proyecto


Comentábamos en una entrada anterior [5] la evolución del capitalismo postfordista y la implantación de la estructura proyectizada en las modernas corporaciones. En efecto, de una estructura funcional y piramidal hemos pasado a una estructura más plana, fluida, en reorganización constante según la vida de los proyectos de la empresa.

La "nueva" configuración proyectizada tiene numerosas ventajas de cara a la organización del trabajo. Cuando digo "ventajas" debe entenderse "ventajas para el capital". Así es que al ser la estructura mucho más plana (menos piramidal) es más sencillo hablar de colaboradores que de empleados. La misión de la empresa se implanta, de esta manera, de forma más directa en las subjetividades. Bajo el discurso de las "numerosas posibilidades para desarrollarse profesionalmente en un entorno diverso en múltiples proyectos" se contrabandea la noción de la identificación plena entre vida y trabajo.

Al saber-hacer funcional o técnico se lo reemplaza por el saber-ser, ligado a las cualidades subjetivas del trabajador. Y, como ya sabemos, es más sencillo controlar a quien tengo ligado emocionalmente que a quien me liga una relación puramente salarial.


Referencias

La imagen que ilustra esta nota es del excelente Alberto Montt, http://www.dosisdiarias.com/

[1] Why projects fail? http://calleam.com/WTPF/?page_id=1445
[2] Lessons from History. http://lessons-from-history.com/node/21
[3] PMI, www.pmi.org
[4] Es recomendable leer el libro: Holloway, John. Agrietar el capitalismo - El hacer contra el trabajo, Ed. Herramienta, Buenos Aires, 2011.
[5] Una empresa sin jefes, http://elmandomedio.blogspot.com.ar/2012/07/una-empresa-sin-jefes.html

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Tic, toc, ¡boom!




6 comentarios:

  1. Amigo MM, creo que en este post te estas metiendo contra la corporacion PMI, gente jodida y peligrosa si las hay, temo que seas atacado por una orda de profesionales certificados con el famoso "PMP" en su firma. O pero aun, hasta pueden incluir algun "PMP, ITIL, CICSA, GDB(*)", sumamente peligroso...

    Dejando de lado tu tendencia jugar con fuego y un bidon de nafta, debo decir que transite un par de veces el intento de certificar como PMP, fracasando en ambos por aburrimiento extremo. Como un colega me dijo durante su preparacion, certificar es ejecutar hasta el hartazgo las simulaciones de examen y listo.

    No digo que este mal, esta bueno como un ordenamiento de conceptos, como una forma de ver las relaciones entre los diferentes componentes que tiene un proyecto, pero la vida real es muy distinta.

    En estos tiempos de publicitarse (Facebook, Twitter) y mostrar al mundo la mayor cantidad de cocardas posibles, no descarto transitar ese camino nuevamente (soy vanidoso), pero ciertamente en un proyecto es muy importante trabajar con las personas, mas alla de armar un mapa de comunicaciones y mensajes.

    Si te ataca la orda de PMPs, deciles que conoces a un certificado en PgM, naturalmente le van a temer...

    (*)GDB: Gerente de Baño

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    1. Amigo Barto, ¿qué es la vida sin un poco de riesgo? ¡Que se venga la horda, nomás! Que pasen de a uno, sus comentarios serán bienvenidos, agredecidos y respondidos!

      La vida real es distinta porque, precisamente, es la vida. No es modelizable según PMI. Así como la biología tiene sus limitaciones para describir la vida (en otro campo), el PMI ni hablar.

      salud!
      El MM

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    2. como no hay posts nuevos, estaba aburrido y quise sumar
      algunas definiciones del http://www.urbandictionary.com/
      sobre estas certificaciones...

      PMP = http://www.urbandictionary.com/define.php?term=pmp
      ITIL = http://www.urbandictionary.com/define.php?term=itil
      GDB = http://www.urbandictionary.com/define.php?term=GDB
      PgM = http://www.urbandictionary.com/define.php?term=pgm

      tanto como para seguir agregando valor a estas siglas.

      (siguiendo el tag de "humor")

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    3. Gracias!!! El humor siempre desenmascara...

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  2. es interesante notar como los proyectos fracasados quedan huérfanos o la culpa se diluye en los todos los otros posibles, sea como sea, siempre hay que sacar lustre/o a la carrera, el eguito y/o la edad (y no veo porqué, de carne somos).

    tengo una amiga confidente la que me comenta que le cuesta mucho terminar sus proyectos (debido su estricta formación o lo que sea, no importa) y siempre le recuerdo que suelo tener a mano un "es la primera vez que me pasa" comunicado notoriamente impostado, como para descontracturar la gestión y generar una acción empática paliativa. y resulta!.

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    Respuestas
    1. ¿Cómo es que dicen? Hay que privatizar los éxitos y socializar los fracasos...

      Al menos en donde yo me desempeño, un "es la primera vez que me pasa" resultaría poco creíble. Podría intentar con "es la primera cuarta (o septima u octava) vez que me pasa"!

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Los comentarios son bienvenidos. Prefiero los seudónimos a los anónimos...

 

El Origen de la Crítica

La formulación de una crítica supone previamente la vivencia de una experiencia desagradable que suscita la queja, ya sea ésta padecida personalmente por el crítico o el resultado de una conmoción por la suerte de otro. Es lo que aquí denominamos la fuente de la indignación. Sin este primer movimiento emotivo, casi sentimental, ninguna crítica puede emprender vuelo. Por otro lado, el espectáculo del sufrimiento no conduce automáticamente a una crítica articulada, ya que necesita un apoyo teórico y de una retórica argumentativa para dar voz y traducir el sufrimiento individual en términos que hagan referencia al bien común.

Boltanski, Luc y Chiapello, Eve. El nuevo espíritu del capitalismo (Madrid, Ediciones Akal, 2010, página 83).

Las Políticas de Management

En la actualidad las políticas de management subjetivan buscando una identidad entre trabajo y vida, entre objetivos personales y objetivos del capital y haciendo que los trabajadores hagan, por sí mismos, algo que al capital ya no le resulta tan sencillo realizar: controlar el uso eficiente de la fuerza de trabajo en función de sus propios objetivos.

Zangaro, Marcela. Subjetividad y trabajo (Herramienta Ediciones, Buenos Aires, 2011, pag. 182).

Enfrentamiento interno

Cuanto más se asciende en la organización más se funde uno con ella, puesto que más que estar dividido entre las exigencias del negocio y los criterios del personal, unas y otros entran en sinergia reforzándose mutuamente [...] El enfrentamiento entre capital y trabajo, que siempre había tenido como campo natural la empresa, pasa a producirse en el interior del individuo, que se debate entre su tendencia a trabajar menos para protegerse y escapar de las exigencias de la empresa, y su inclinación a trabajar cada día más para aumentar sus beneficios y mejorar siempre los resultados.

Auber, Nicole y De Gaulejac, Vincent. El coste de la excelencia. (Paidós Ibérica, Barcelona, 1993, pág. 38).