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miércoles, 7 de agosto de 2013

¿El fin del offshoring?


Ya conocen la historia: a partir de la década de 1970 las compañías de manufacturas de las potencias centrales comenzaron a abrir fábricas en los países periféricos. ¿El motivo? Aprovechar la mano de obra muy barata del mundo subdesarrollado y así abaratar sus costos. Esta deslocalización de la producción -offshoring- va usualmente de la mano de la tercerización - outsourcing-, donde la empresa contrata a un tercero para que haga parte o todo el proceso de producción.

Así Nike manda a hacer sus zapatillas a empresas en Indonesia y Apple, sus tablets a China. Y sus oficinas centrales en EEUU concentran lo que consideran importante: marketing y creación de la marca.

Pero claro, deslocalizando se pierden trabajos... ¿quién va a consumir en los países centrales, entonces, los bienes que producen las grandes transnacionales en el mundo subdesarrollado?




Las fábricas migrantes


La deslocalización de la producción de bienes comienza en las décadas de 1970 y 1980, cuando las principales empresas de Estados Unidos, en respuesta a una mayor competencia de la industria japonesa y de las corporaciones multinacionales europeas, abrieron fábricas en el extranjero [LEV]. Evidentemente, los costos involucrados en estas grandes movidas se compensaban rápidamente por los menores costos del personal en el extranjero, frecuentemente con escasa o nula cobertura social o sindical. La empresas pioneras fueron las automotrices y luego las textiles y de calzado deportivo. Este movimiento fue replicado por todos los países desarrollados.

En Estados Unidos, desde la Segunda Guerra Mundial los puestos laborales de la industria crecieron hasta 1979. Luego de ese pico la cantidad de puestos industriales viene en un constante declive, según estadísticas del Departamento de Trabajo de EEUU [BAR]:



(Ver también la nota en Huffington Post [HUF].)

Es ilustrativo observar cómo van de la mano la pérdida de trabajos en los países centrales y el crecimiento en países periféricos. La siguiente tabla corresponde al porcentaje de cambios en el empleo en los sectores textil, de vestimenta y calzado entre 1980 y 1993, compilado por Naomi Klein en su libro No Logo [KLE]


País % de cambio
País % de cambio
Finlandia -72
Mauricio 345
Suecia -65
Indonesia 177
Noruega -65
Marruecos 166
Austria -51
Jordania 161
Polonia -51
Jamaica 102
Siria -50
Malasia 101
Francia -45
México 85
Hungría -43
China 57
Holanda -42
Irán 34
Reino Unido -41
Turquía 34
Nueva Zelanda -41
Filipinas 32
Alemania -40
Honduras 30
España -35
Chile 27
Australia -35
Kenia 16
Argentina -33
Israel 13
USA -30
Venezuela 8


Los proveedores de servicios también buscan climas más soleados


La ola de offshoring en el expansivo negocio de Information Technology (IT) empezó, más tarde, hacia fines del siglo XX. Una estadística permite comprender la magnitud del tema.

En 1990 trabajaban en  Estados Unidos 568.000 programadores. En 2002 el número había decrecido un 12%, a 499.000. El declive continuó durante todo el lustro siguiente y para 2006 la cantidad de programadores había llegado a 435.000. Si la categoría profesional de programador hubiera crecido al mismo ritmo del resto del mercado laboral, habría contabilizado cerca de 700.000 empleados en 2006. En contraste, las exportaciones de software de la India crecieron de 10 millones de dólares en 1985 a 55 mil millones en 2010 [PHY].

El declive de la cantidad de programadores en EEUU se replica en otras categorías de profesionales de IT: operadores de call centers, arquitectos de sistema, técnicos de infraestructura.

Así como en los segmentos automotriz o textil, la deslocalización produjo el auge de la industria de IT en países periféricos: India, Irlanda, Argentina, entre otros.

Impactos en los países centrales


La deslocalización de las fábricas o centros de servicio provocan el desmantelamiento del tejido productivo de ciudades enteras. Al irse una planta automotriz, no sólo se despiden a miles de trabajadores. También la estructura de servicios complementaria comienza a resquebrajarse: tiendas, transporte urbano, restoranes, bares. En definitiva, la estructura social se resiente y se corroe. Así ciudades enteras entran en bancarrota y se convierten en poblados fantasmas. Llegamos a la paradojal situación de una sociedad de consumidores sin empleo que les permita generar dinero para consumir.

En un contexto en el cual un tercio de los empleos en EEUU podrían ser "deslocalizables" [LEV], algunos think tanks comienzan a preguntarse si es conveniente continuar la senda de la deslocalización. Por ejemplo, La Reshoring Initiative (Iniciativa de Relocalización) [RES] tiene la misión de "traer buenos empleos industriales, bien remunerados a los Estados Unidos, ayudando a las empresas a evaluar con mayor precisión el coste total de la deslocalización, y cambiar el pensamiento colectivo corriente de que la deslocalización es más barata".

En una nota que parece más una propaganda a favor de la relocalización que un reporte "objetivo", leemos en Infoworld [INF] un informe que compara la productividad de los empleados de IT en Estados Unidos con sus contrapartes en países offshore. Las cuestionables estadísticas citadas favorecen a EEUU y el autor aboga por un retorno de los puestos laborales de IT a su país.

Los países receptores


Es claro que desde la perspectiva de un país periférico como Argentina, la expansión deslocalizadora de los países centrales nos favorece, en principio, ampliamente. Recordemos el crecimiento explosivo de las empresas de IT luego de 2003, apalancada por un tipo de cambio competitivo y una base de profesionales altamente capacitados. Todas las grandes empresas transnacionales de servicios incrementaron sus planteles en Argentina: IBM, HP, Accenture. Incluso empresas indias vinieron a establecerse a Argentina y Uruguay (Tata, Cognizant).

Pero el modelo en el cual las empresas transnacionalizadas definen cuándo y cómo deslocalizan no es un sendero de desarrollo consistente. Así como llegaron en 2003, en 2012 comenzaron a reducir sus operaciones en Argentina. Por ejemplo, el sector de los call centers cayo de 70.000 puestos en 2008 a 56.000 en 2012 [CLA].

Es deseable que el país periférico utilice estas inversiones transnacionales como palanca para comenzar a desarrollar una verdadera industria nacional. De otra manera, el resultado estará condicionado al ciclo económico de las potencias centrales y a sus políticas. Hoy somos objeto del desarrollo de otros y no sujetos del desarrollo propio.

Referencias

 

[BAR] Barker, Megan. Manufacturing employment hard hit during the 2007–09 recession. En Monthly Labor Review, April 2011. Del Bureau of Labor Statistics, USA. On line en  http://www.bls.gov/opub/mlr/2011/04/art5full.pdf

[CLA] Los call centers viran al mercado interno. iEco, Clarin. On line en http://www.ieco.clarin.com/economia/call-centers-viran-mercado-interno_0_737326496.html

[HUF] Wiseman, Paul y Washington, Hesse. U.S. Labor Force Participation Rate Lowest Since 1979. En Huffington Post, 6 de abril de 2013. On line en http://www.huffingtonpost.com/2013/04/06/labor-force-participation-rate_n_3028135.html

[INF] Thibodeau, Patrick. U.S. workers found to outperform offshore staff. En Infoworld, agosto de 2013. On line en http://www.infoworld.com/d/the-industry-standard/us-workers-found-outperform-offshore-staff-223882 

[KLE] Klein, Naomi. No logo. Paidos Contextos, Buenos Aires (2001).

[LEV] Levine, Linda. Offshoring (or Offshore Outsourcing) and Job Loss Among U.S. Workers. En Congressional Research Service, 2012, http://www.fas.org/sgp/crs/misc/RL32292.pdf


[PHY] Donald L. Barlett y James B. Steele. Offshoring ensures loss of good U.S. jobs. En http://www.philly.com/philly/opinion/inq_BetrayalOfTheAmericanDream2.html 

[RES] http://www.reshorenow.org/



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2 comentarios:

  1. Estimado MM

    En esta oportunidad no podría más que coincidir 100% en su reflexión.
    Lamentablemente, en la industria de IT, vivimos un crecimiento desaforado durante la primer década del siglo XXI, pero ello no ha asegurado que se transforme en el mediano plazo en desarollo.

    Articulación (palabra de moda) entre educación pública/privada y empresa es aún una materia pendiente de profundización para el modelo de crecimiento actual.

    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es como la economía de los commodities,¿no? La mano de obra (capacitada) de IT como un equivalente de la soja... su precio global determina las subidas y bajadas de la economía local.

      Eliminar

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