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jueves, 4 de octubre de 2012

¿La revolución es ser ama de casa?

Leemos en Revista Planetario [1]:
La tendencia llega desde los países del primer mundo, pero se puede detectar en menor densidad en la Argentina. Se trata de un perfil de mujeres de alto nivel educativo y económico que abandonan su desarrollo profesional para dedicarse tiempo completo a la maternidad. Abogadas, arquitectas, empresarias, investigadoras, médicas o psicólogas que dejan su carrera profesional para ser madres “full time".
La autora, Gabriela Baby, nota que en Argentina según estadísticas basadas en la última Encuesta Permanente de Hogares (INDEC), la participación de las mujeres en el mercado laboral decrece a medida que la cantidad de hijos crece. A nadie le sorprenderá descubrir que la participación laboral de los varones es independiente de la variable hijos.

En número concretos:
[...] en el mercado laboral participa el 79,2% de las mujeres jefas de hogar o cónyuges sin hijos, el 64,7% de las que tienen uno o dos hijos, el 58,1% con tres o cuatro, y sólo el 45,3% con más de cuatro hijos.[1]
Estas mujeres que optan por dejar sus carreras profesionales, ¿lo hacen por decisión libre o son empujadas por la dinámica y características del mercado laboral?



El trabajo y la misoginia


Para intentar responder a la pregunta anterior hay que remontarse (¡un poco!) a los inicios del trabajo. En palabras de John Holloway, doctor en Ciencías Políticas, profesor e investigador:
El trabajo está constituido por su separación o abstracción de la actividad vital. Esta separación se apoya sobre una subordinación radical de la actividad vital a las exigencias del trabajo. La actividad vital -tener hijos, criarlos, conseguir alimentos, prepararlos. y demás- continúa existiendo fuera de la dominación inmediata de la producción de valor, pero su subordinación al trabajo está asegurada por la dependencia del salario del trabajador. [2] (pág. 131)
La implantación del trabajo asalariado a la salida del feudalismo "significó una redefinición del rol de las mujeres en la sociedad e incluso del significado mismo de ser mujer". Significativamente, "la mujer que entra al mundo del trabajo asalariado entra a un mundo donde, a menudo, es muy difícil distinguir la lógica masculina de la lógica del capital". Y finalmente, "el capitalismo fue construido sobre una sangrienta y brutal misoginia" [2] (pág. 132).

No es de extrañarse, entonces, este repliege de las mujeres hacia el mundo doméstico. Aún luego de décadas de luchas que el feminismo y otros colectivos sociales llevaron adelante, la lógica imperante del mercado laboral sigue siendo la masculina.

¿Debemos entender esta dinámica como la aceptación del esquema misógino? ¿Es una etapa más en la lucha por nuevos derechos?


Mi mamá es mando medio


Las carreras gerenciales y directivas presentan características específicas del fenómeno. En su trabajo La división sexual del trabajo de mando: carreras femeninas en las grandes firmas argentinas [3] Florencia Luci analiza las causas del "techo de vidrio", aquellos mecanismos por los cuales el management es una profesión "sexualmente reglada":
La metáfora del “techo de vidrio” alude a los mecanismos diversos – según países, empresas, ramas de la industria –, que confluyen en la exclusión femenina de los niveles superiores de la jerarquía. Si existe un techo, un freno a su acceso a la dirección de las empresas, éste es, no obstante, de vidrio, es decir, informal, transparente, lo cual refuerza el carácter elusivo de la dimensión sexual de la carrera ya que, formalmente, todos tienen iguales chances de éxito. [3]
¿Cómo está sustentado este techo de vidrio? La carrera gerencial/directiva es una ocupación de tiempo completo en el sentido más literal del término: se espera que el/la manager viva su profesión instante a instante, que trabaje largas jornadas, que emplee su tiempo "libre" en tejer redes de contactos; en fin, que ponga su subjetividad a disposición de la empresa. Así, el/la manager debe forzosamente adaptar su entorno familiar a este esquema. No hay otra opción y, de esta forma, es la familia quien abraza la carrera del manager. Pero no es sorpresa para nadie que el género juegue para un lado y no para el otro:
Para muchos varones, la carrera managerial se apoya sobre una división del trabajo asimétrica en el seno de la pareja, en la cual las mujeres devienen el sostén familiar de la carrera del marido. Su trabajo consiste en gestionar los aspectos familiares y relacionales del proyecto de éxito social que comprende a la familia y que incluye la emancipación del marido de las preocupaciones y ocupaciones domésticas. [3]
La temporalidad de una carrera de éxito coincide con los momentos de establecimiento de las parejas, del arribo y crianza de los hijos. Entonces, las mujeres managers pagarán el precio de una vida personal "empobrecida", maternidad postergada o soportada por dos o tres niñeras, estrés por cubrir todos los roles que socialmente se espera de una mujer. Es eso o el paso al costado: fuera del mercado laboral o en posiciones de menor jerarquía. [4]


¿La revolución es ser ama de casa?


Retomando la pregunta inicial... ¿las mujeres vuelven a casa porque quieren o porque el mundo laboral les es adverso o las excluye?

No sabemos si este fenómeno de retracción hacia el hogar es un retroceso en las conquistas femeninas del mundo laboral, o bien un paso atrás para tomar empuje hacia nuevos derechos. Lo cierto es que no podemos permanecer indiferentes. El trabajo asalariado como sistema estructurante de la sociedad tiene, entre otras, una gran deuda de origen con el género femenino. La revolución no es, claro, ser ama de casa; sino poner el trabajo al servicio de las necesidades y posibilidades de cada trabajador o trabajadora, y no a la inversa.



Referencias


[1] Baby, Gabriela: Mama full time. En Revista Planetario, octubre de 2010. Se puede ver on line en http://www.revistaplanetario.com.ar/news/view/mama-full-time

[2] Holloway, John: Agrietar el capitalismo - El hacer contra el trabajo, Ed. Herramienta, Buenos Aires, 2011.

[3]  Luci, Florencia: La división sexual del trabajo de mando: carreras femeninas en las grandes firmas argentinas. En Rev. Katálisis, Florianópolis v. 13 n. 1 p. 29-39 jan./jun. 2010. Se puede ver on line en http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=179615654004

[4] Como irónica vuelta de tuerca, agrega Baby en la nota citada: "Otra de las características de estas madres que abandonan sus carreras para meterse de lleno en la maternidad es que, en muchos casos, no tardan en aplicar prácticas y tiempos del mundo del trabajo a la crianza de los hijos. Algo así como si fundaran la empresa de la crianza, en la que incluyen características propias del ambiente laboral: tienen una misión, una visión y se proponen objetivos de corto, mediano y largo plazo, tal como lo hacen las empresas."

5 comentarios:

  1. Interesante la nota amigo Mando Medio, igualmente hay algunos hechos que son contradictorios.

    Sabemos, porque lo vivimos, que la mujer ha alcanzado niveles gerenciales de los mas altos, quizas algo no tan comun en Argentina (salvo por nuesta Presidente) pero si en el mundo corporativo global.

    Creo que aquellas mujeres que dejan una carrera por la crianza de sus hijos estan haciendo una eleccion personal, que si bien esta claro que el hombre no tiene que hacer tan dramaticamente, en cierto modo tambien lo hace. El hombre que encara una carrera gerencial de alto nivel esta haciendo una eleccion, la de no compartir con sus hijos todo el tiempo que quizas pudiera (algo ni bueno ni malo, depende de cada uno).

    Hay una dependencia fisica de los hijos pequeños con las mujeres que no puede ser alterada, y a eso no hay feminismo que lo combata.

    Si lo que queremos ver son hombres que se queden en la casa a criar a los niños mientras la mujer es gerente de una empresa, creo que es algo que puede pasar, es una desicion que la pareja debera tomar.

    Otro tema es si es correcto que la carrera gerencial de alto nivel consuma casi por completo la vida de una persona, me parece que es una discusion aparte. Creo positivamente que quienes eligen ese camino, saben lo que estan haciendo.

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    1. Gracias amigo Barto por los comentarios.

      No veo tal contradicción. Más bien observo dos dimensiones: la individual y la estructural. La segunda determina las decisiones que podés tomar como individuo. Y está claro el caracter masculino (o misógino en algunos casos) del sistema. Entonces, con este sesgo, las decisiones autónomas son relativas (o no lo son en absoluto).

      En otro(s) post(s) trataremos el caracter full time de la carrera gerencial.

      Salud!
      El MM

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  2. Si ser ama de casa es la revolución, entonces ahora la revolución tiene un blog!! www.tipsntricks.com.ar
    Pasen y vean!

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  3. y si se aplica esto a la empresa? a la explotación/manipulación?

    PSICOLOGIA › LO QUE EL OTRO NO SABE
    “No creo engañar a mi marido”


    http://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-245267-2014-05-02.html

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    Respuestas
    1. Interesantísima recomendación, amigo/a membrana. ¿Lo que no se dice existe? ¿Aún cuando el síntoma del evidente malestar laboral no se ponga en palabras, la manipulación/explotación existe? No quiero meterme en terrenos freudianos y/o lacanianos que no conozco, pero hay un fantasma en lo no dicho, un fantasma de existencia bien real (si se me permite la paradoja). Siempre sostuvimos en este blog que las palabras no solo nombran, sino que también hacen -y hacen hacer. Pero en el intervalo antes de que las palabras existan, hay también un algo que hace.

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Los comentarios son bienvenidos. Prefiero los seudónimos a los anónimos...

 

El Origen de la Crítica

La formulación de una crítica supone previamente la vivencia de una experiencia desagradable que suscita la queja, ya sea ésta padecida personalmente por el crítico o el resultado de una conmoción por la suerte de otro. Es lo que aquí denominamos la fuente de la indignación. Sin este primer movimiento emotivo, casi sentimental, ninguna crítica puede emprender vuelo. Por otro lado, el espectáculo del sufrimiento no conduce automáticamente a una crítica articulada, ya que necesita un apoyo teórico y de una retórica argumentativa para dar voz y traducir el sufrimiento individual en términos que hagan referencia al bien común.

Boltanski, Luc y Chiapello, Eve. El nuevo espíritu del capitalismo (Madrid, Ediciones Akal, 2010, página 83).

Las Políticas de Management

En la actualidad las políticas de management subjetivan buscando una identidad entre trabajo y vida, entre objetivos personales y objetivos del capital y haciendo que los trabajadores hagan, por sí mismos, algo que al capital ya no le resulta tan sencillo realizar: controlar el uso eficiente de la fuerza de trabajo en función de sus propios objetivos.

Zangaro, Marcela. Subjetividad y trabajo (Herramienta Ediciones, Buenos Aires, 2011, pag. 182).

Enfrentamiento interno

Cuanto más se asciende en la organización más se funde uno con ella, puesto que más que estar dividido entre las exigencias del negocio y los criterios del personal, unas y otros entran en sinergia reforzándose mutuamente [...] El enfrentamiento entre capital y trabajo, que siempre había tenido como campo natural la empresa, pasa a producirse en el interior del individuo, que se debate entre su tendencia a trabajar menos para protegerse y escapar de las exigencias de la empresa, y su inclinación a trabajar cada día más para aumentar sus beneficios y mejorar siempre los resultados.

Auber, Nicole y De Gaulejac, Vincent. El coste de la excelencia. (Paidós Ibérica, Barcelona, 1993, pág. 38).