La formulación de una crítica supone previamente la vivencia de una experiencia desagradable que suscita la queja, ya sea ésta padecida personalmente por el crítico o el resultado de una conmoción por la suerte de otro. Es lo que aquí denominamos la fuente de la indignación. Sin este primer movimiento emotivo, casi sentimental, ninguna crítica puede emprender vuelo. Por otro lado, el espectáculo del sufrimiento no conduce automáticamente a una crítica articulada, ya que necesita un apoyo teórico y de una retórica argumentativa para dar voz y traducir el sufrimiento individual en términos que hagan referencia al bien común. Boltanski, Luc y Chiapello, Eve. El nuevo espíritu del capitalismo (Madrid, Ediciones Akal, 2010, página 83).
Trabajo como mando medio de una corporación multinacional. Mi recorrido laboral trazó un arco, bastante frecuente en la industria, desde las actividades técnicas a las manageriales.
Comencé a notar síntomas repetidos en mis colegas: dificultad para domir, contracturas, desórdenes estomacales, irritabilidad. Y también: largas jornadas laborales de más de 10 horas, fines de semana dedicados al trabajo, estrés por no poder alcanzar los objetivos. Entendí que no era casualidad, no respondía a un conjunto de managers especialmente sensibles o incompetentes.
Se me dirá: "los gerentes se lo merecen. Son la polea articuladora de las políticas de la empresa. Son un grupo privilegiado, no tienen de qué quejarse. Etc, etc". En un sentido esto es cierto, los gerentes somos los que ejecutamos las decisiones de la alta dirección o de los accionistas. Pero también somos un punto especial en donde se concentran las consecuencias del diseño de la empresa moderna y de sus modelos de gestión. Y esto abre el espacio para debatir otros temas.
¡Las opiniones y colaboraciones son bienvenidas!
Suena interesante Mando Medio, esperamos mas opiniones y conclusiones de tu experiencia...
ResponderEliminarGracias! Estaré publicando en breve más cosas.
ResponderEliminarVamos con el Mando Medio!! menos teoría y más relato....
ResponderEliminarAl igual que vos, trabajo como mando medio en una corporación multinacional y me toca ver a diario manifestaciones de lo que algunos llaman "organizaciones enfermas", auténticas maquinarias de producir seres descartables y reemplazables, cuyo costo individual pierde significado ante el engranaje corporativo.
ResponderEliminarTodo responde a una norma, política o procedimiento, meticulosamente estudiados en favor del sistema e incuestionables.
Bienvenida entonces la posibilidad de la crítica y bienvenido al juego de la pertenencia, en donde vale la pena recordar que uno siempre tiene en sus manos la posibilidad de decir "hasta aquí he llegado".
Gracias, amigo. Es exactamente el sentido de mi post. Hay que estar muy alertas a este tipo de organizaciones, que simplemente reflejan una estructura más global de cómo se trabaja en esta etapa del capitalismo.
EliminarY, ¡por supuesto!, nadie está obligado a inmolarse en el altar de la maquinaria corporativa.