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jueves, 26 de septiembre de 2013

El discurso del management sobre la responsabilidad social empresaria



¿De qué hablamos cuando hablamos de Responsabilidad Social Empresaria? ¿Cuáles son las intervenciones en el plano social y medioambiental que realizan las corporaciones? ¿Con qué intenciones? ¿Existe un "mercado de la virtud" en el que compiten las empresas?

El Mando Medio asistió al Seminario de Sociología del Management, donde expuso Manuel Cavia, sociólogo de la Universidad Nacional del Litoral y Universidad de Entre Ríos. Su trabajo se zambulle en el discurso managerial sobre la responsabilidad social empresaria (RSE) [1]. A continuación, la crónica.



Filántropos devenidos responsables sociales


Si bien existen antecedentes de principios del siglo XX de la preocupación empresaria sobre la armonización de las actividades económicas con el ámbito social, la RSE cobrá impulso a partir de la década de 1980. Su propósito es renovar el compromiso social de las compañías mediante intervenciones en el plano social y medioambiental. Los medios serían soluciones innovadoras a los retos del mundo globalizado. Es un paradigma que adquiere centralidad en las empresas fuertemente a partir de la década de 1990, que trasciende la filantropía propia del pasado y adquiere, en principio, un compromiso frente a las externalidades (costos externos) del proceso productivo.

Evidentemente, no puede pensarse el avance de las corporaciones en la RSE sin considerar el retroceso del Estado de Bienestar (o las instancias estatales en general), la deslocalización de la producción en países subdesarrollados y la fragilización del trabajo [2].

Ahora bien, ¿es la RSE una instancia superadora del conflicto de clases? ¿Armoniza, como pretende, al capital con el trabajo?

El discurso de la RSE


Entre otras lecturas, el Dr. Cavia analizó cuatro textos representativos del discurso de la RSE:
  •  "Estrategia y sociedad", de Michael E. Porter y Mark R. Kramer. Harvard Business Review (2006) [3].
  • La gran transición: La promesa y la atracción del futuro, de Paul Raskin, Tariq Banuri, Gilberto Gallopín, Pablo Gutman, Al Hammond, Robert Kates, Rob Swart. CEPAL (2006) [4].
  • "Caritas in Veritate", de Benedicto XVI [5].
  • "Responsabilidad social empresaria e inclusión económica y social", de Luis Ulla. Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria, IARSE y el Centro de Comunicación, Investigación y Documentación Europa-América Latina, CIDEAL (2007) [6].
Estos cuatros textos aportan diferentes lecturas de la RSE: desde el corazón de la literatura managerial, hasta la visión de la Iglesia Católica, pasando por organismos internacionales y agrupaciones locales.

El discurso público sobre la RSE, entonces, se establece como un llamado a la acción: concreto y con alto contenido pragmático. La discursividad es sencilla, tecnocrática, orientada a la acción. Pretende aportar soluciones sencillas a problemas complejos.

Es un discurso que pone a un costado el rol del Estado y selecciona, ordena y etiqueta aquellos hechos sobre los que opera. De esta manera, cosntruye una suerte de "mito fundante" de la RSE, que aporta legibilidad del proceso globalizador. De ninguna manera, sin embargo, existe la noción de responsabilidad de las corporaciones sobre la desigualdad, sobre la degradación del medio ambiente. Estos son "procesos sin sujeto": los problemas simplemente "están", como si nadie los hubiera generado. Así se establece la legitimidad de las corporaciones para operar en el espacio de la RSE.

El horizonte del discurso de la RSE es un capitalismo armonioso basado en una nueva cultura empresaria. Claramente independiente de la política tradicional, se legitima es esta solildaridad "a la carta" y en el "mercado de la virtud" en el que compiten las empresas.


¿Y entonces?


¿Cómo afecta la RSE al fundamento del capitalismo? En las primeras décadas del siglo XX, el capitalismo hizo diversas consesiones al trabajo en la forma de legislaciones protectoras, que derivarían en el Estado de Bienestar. Claro, los costos derivados fueron más que compensados por la expansión enorme del consumo.

Hay una conciencia generalizada de que las corporaciones deben hacerse cargo de sus externalidades. Con sus necesarios matices: (generalizando) en Europa son más ecologistas, mientas que en Latinoameríca, la preocupación es más social. ¿Puede la RSE convertirse en un costo que las corporaciones no puedan compensar y, así, hacer mutar al capitalismo hacia una nueva versión? ¿O será simple maquillaje, simple mercancia en el mercado de la virtud? 

Referencias


[1] Cavia, Manuel. La responsabilidad social empresaria. La Hendija (2013).

[2] Ver, por ejemplo, http://elmandomedio.blogspot.com/2013/02/lo-que-dicen-los-grafitis.html

[3] http://proyectojoven.tierradelfuego.gov.ar/wp-content/uploads/2010/08/RSE-ESTRATEGIA-Y-SOCIEDAD-Porter-y-Kramer.pdf

[4] http://www.gtinitiative.org/documents/Great_TransitionsSPANISH.pdf

[5] http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/encyclicals/documents/hf_ben-xvi_enc_20090629_caritas-in-veritate_sp.html

[6] http://www.gestrategica.org/templates/listado_recursos.php?id_rec=508&id_cl=2


La imagen es un fragmento de la tapa del libro de Manuel Cavia .


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3 comentarios:

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El Origen de la Crítica

La formulación de una crítica supone previamente la vivencia de una experiencia desagradable que suscita la queja, ya sea ésta padecida personalmente por el crítico o el resultado de una conmoción por la suerte de otro. Es lo que aquí denominamos la fuente de la indignación. Sin este primer movimiento emotivo, casi sentimental, ninguna crítica puede emprender vuelo. Por otro lado, el espectáculo del sufrimiento no conduce automáticamente a una crítica articulada, ya que necesita un apoyo teórico y de una retórica argumentativa para dar voz y traducir el sufrimiento individual en términos que hagan referencia al bien común.

Boltanski, Luc y Chiapello, Eve. El nuevo espíritu del capitalismo (Madrid, Ediciones Akal, 2010, página 83).

Las Políticas de Management

En la actualidad las políticas de management subjetivan buscando una identidad entre trabajo y vida, entre objetivos personales y objetivos del capital y haciendo que los trabajadores hagan, por sí mismos, algo que al capital ya no le resulta tan sencillo realizar: controlar el uso eficiente de la fuerza de trabajo en función de sus propios objetivos.

Zangaro, Marcela. Subjetividad y trabajo (Herramienta Ediciones, Buenos Aires, 2011, pag. 182).

Enfrentamiento interno

Cuanto más se asciende en la organización más se funde uno con ella, puesto que más que estar dividido entre las exigencias del negocio y los criterios del personal, unas y otros entran en sinergia reforzándose mutuamente [...] El enfrentamiento entre capital y trabajo, que siempre había tenido como campo natural la empresa, pasa a producirse en el interior del individuo, que se debate entre su tendencia a trabajar menos para protegerse y escapar de las exigencias de la empresa, y su inclinación a trabajar cada día más para aumentar sus beneficios y mejorar siempre los resultados.

Auber, Nicole y De Gaulejac, Vincent. El coste de la excelencia. (Paidós Ibérica, Barcelona, 1993, pág. 38).